La victoria, el domingo pasado, de la selección española de fútbol femenina tiene una lectura que va más allá de la gran hazaña de lograr un mundial.
Muchas niñas se han encontrado con dificultades para poder elegir ese deporte como actividad extraescolar porque "no era cosa de chicas". Estoy convencida que, tras la trayectoria del fútbol español eso va a cambiar. Qué difícil es cambiar estereotipos de género y qué rápido puedes lograrlo cuando consigues un éxito que hace que todo el mundo quiera subirse al carro.
¿Cuánto tiempo llevan estas mujeres por lograr ese merecido espacio en un mundo futbolero de hombres? Si logras ganar un mundial, con lo difícil que es, el mundo de repente adora el fútbol femenino. Las mujeres no nos quejamos porque, en el fondo, agradeces que por fin, consigan eso que tanto merecen.
A menudo, tal y como ocurre con la selección femenina de fútbol, me encuentro empresas / sectores con una gran una falta de referentes femeninos que impulsen a muchas mujeres a lograr sus sueños y metas.
Empecemos por la formación pues gran parte de la falta de mujeres en muchos sectores se inicia en
el sector educativo. Tuve el placer de dar una conferencia en una asociación llamada Woman in Aerospace (WIA) que se encarga de inspirar a las niñas para que estudien carreras relacionadas con el espacio. Seguro que esa gran labor tuvo aún más impacto cuando Sara García Alonso fue seleccionada como la primera española candidata a astronauta.
Las carreras o formaciones profesionales no deberían tener género pero, lamentablemente, aún faltan éxitos femeninos que inspiren a niñas a convertirse en sus ídolos.
Tener referentes con nombres y apellidos importa y mucho.
Y en aquellas empresas en sectores no masculinizados, el problema suele venir de estructuras donde tradicionalmente no había mujeres directivas.
Aquí quiero ser muy clara. No estoy a favor de las cuotas pero creo que, sin ellas, las empresas no se moverían.
Muchas empresas, tras la implantación de los planes de igualdad, se han encontrado con una "foto" que no les ha gustado mostrar.
Hay mujeres de sobra capacitadas para que su presencia fuera mayor en los órganos directivos así que no hay excusas a infrarrepresentaciones bajas.
Cada mujer que logra un éxito laboral, es referente para muchas otras. Sigue la misma lógica que en los casos expuestos anteriormente. Así que repito:
Tener referentes con nombres y apellidos importa y mucho.
El tema es complejo pues, a la formación y las estructuras tradicionalmente masculinizadas, se une que las mujeres quieran dar ese paso.
Y para dar un paso, a veces, es más sencillo hacerlo imitando a otras.
Si quieres un puesto de directiva, busca una mentora en tu empresa o en otra que conozcas
Si ya tienes un puesto de directiva, tienes la responsabilidad de ser referente para otras así que busca una mentee.
Recuerda, una victoria no solo es una victoria sino puede cambiar el mundo ;-)
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